jueves, 16 de octubre de 2014

Tainted Love




-¡Qué va, nena! Yo no soy de los que se casan. Yo quiero contigo una relación diferente sin convencionalismos, ni papeles que justifiquen nuestro amor. Nuestra libertad por encima de todo y nuestro amor incondicional. Porque siento que contigo todo es real y me gusta tal y como somos y no me hacen falta esas mierdas, ni banquetes, ni demostrarle a nadie que te adoro, ni nada de nada...”-

Tres meses después, me dejaba. Con la excusa de:”Todo lo que empieza acaba,¿no?...”
Y te hundes en la miseria, y tu cara se arruga, y adelgazas, y no te quieres, y empiezas recordar que en  el fondo era un mal tipo. Nada, que al par de meses, o seis más o un año, lo superas y vuelves a quererte, a comer con ganas, a follar con otros, a …
Y un día cualquiera paseando por la ciudad, que tampoco es una gran ciudad, bebiéndote un café casi te atragantas, ante lo que estás viendo. Te paras en seco, ojiplática, delante del laboratorio fotográfico “ Manolete, sus fotos en un periquete”, y allí está él.
Una foto de tu ex, vestido con chaqué azul marino, de la mano de una chica vestida de blanco roto, saltando y sonriendo a la vez en mitad de un paisaje, a todo color en una foto tamaño póster. No sabes si es por el tamaño del póster, pero lo encuentras más gordo y más calvo y con los dientes blanqueados. Y esa mirada de corderito degollado, como en éxtasis complementado con un halo de luz que cubre la imagen de la feliz pareja... 
“¡Qué va, nena, yo no soy de los que se casan!...-” 

¡¡¡Hiiijo de puuuta!!!!...






martes, 8 de julio de 2014

La Despedida.




 Se había dormido. Me quedé allí, en bragas,  fumando, mirándolo y pensando qué clase de tío podría ser tan gilipollas para dejarme escapar. Podría haberle suplicado, rogado, llorado, aferrarme  a algún bonito recuerdo, echarle algo en cara, pero no. Lo único que se me ocurrió fue meterle una patada en los huevos después de soltarme la mierda de argumentos por los que me dejaba. Lo miré, agaché la cabeza, respiré hondo y sin más mi pierna se vio movida por una extraña fuerza que la llevó directa al centro de su masculinidad.
Se quedó blanco, sin respiración, se llevó las manos a la zona cero y con los ojos inyectados en sangre me miró con odio y de su boca salieron toda clase de improperios que no vale la pena listar ahora. Se le doblaron  las rodillas y cayó en el colchón gimiendo de dolor. Hundió su cabeza en la almohada sin dejar de chillar como una hiena.
-Ahora ya sabes lo que se siente cuando te rompen el corazón. Adiós-.




lunes, 9 de junio de 2014

En Portada




Abrió el periódico de ese día y se cubrió la cabeza. Llovía a mares y acababa de salir de la peluquería. Iba refunfuñando por la calle, maldiciendo a todo semejante que se cruzara en su camino. Los bajos de su abrigo blanco y negro se estaban mojando y le había entrado agua en un zapato. Cojeaba, resoplaba... Entró en un bar y pidió un coñac,sacó su larga boquilla y se encendió un cigarro. Dejó el periódico en la mesa, ni lo leyó.
Sorbió el último trago y se dirigió al baño. Se limpió un chorrete de rímel,se pintó los labios y se dio un par de pellizcos en las mejillas, se cardó el pelo y al mirarse en el espejo se autoconvenció de que estaba maravillosa.
Al salir, le soltó al camarero una moneda. Sólo un señor se percató mientras leía el periódico que había dejado sobre la mesa. La miró para asegurarse y volvió a leer el gran titular con su foto que ese día ocupaba la portada: " Cruella de Vil ha vuelto a la ciudad".







domingo, 20 de abril de 2014

Venus in Furs




Chicos tímidos, chicas atrevidas, cantantes de ducha con egos enormes, chicas que critican, viejos con peluquín, ruido de vasos,chicas que ríen a carcajadas, chicos que miran escotes y se agarran el paquete, música de piano desafinado aderezando y en medio de todo eso, tú. Como si nada fuera contigo. Me miras y con un gesto me dices que vaya. Y te sigo. En un baño cutre de paredes verdes grafiteadas nos metemos mano, nos metemos rayas y me follas en el lavabo mirándonos al espejo. Mientras, aporrean la puerta queriendo entrar. Me tapas la boca, de fondo suena The Cramps y noto tu tibia corrida entre mis nalgas. 
Y el tiempo pasa... Me siento como si estuviera jugando con una cuchilla dentro de mi boca.
Metes un dedo en mi vagina y lo chupas, dices que te gusta mi sabor, que te gusta que mis tetas sean pequeñas, que te gusta cómo te miro cuando me follas y que no me depile el coño ni me haga esas mariconadas que has visto en otras tías.
Me gustan tus palabras sucias en mi oído y saber que te la pongo dura. Saborear tu verga salada y cómo me tiras del pelo cuando me pones a cuatro patas, Me gusta pegarte e insultarte y decirte que en cuanto te des la vuelta me tiraré al primer cabrón que pase.Y luego me despierto en una cama extraña con la boca seca con sabor a coca y semen. No recuerdo la noche anterior, y un puto martillo parece que me aporrea la cabeza. La aguja del tocadiscos sigue girando, hay una botella de tequila del caro rota en el suelo y tú...
Un cristal en tu muñeca y todo teñido de rojo... No grité, allí palidecí en cueros.





jueves, 6 de febrero de 2014

El Cisne Negro





 Él era de derechas, conservador, bróker de bolsa, repeinado con kilos gomina al estilo Mario Conde. . Seguramente empezaría a quedarse calvo por la coronilla y se hacía esa especie de ensaimada para disimular y aparentar ser más joven. De traje impecable y tirantes. De coche grande seguramente porque carecía de algo bajo la bragueta. Un puro ególatra incapaz de ver más allá de sus narices. Un buen cristiano de golpe en el pecho ante el “Yo confieso...” cada domingo por la mañana. De esos que separan sus apellidos con un guión para darse mayor importancia. Un cabrón en toda regla como jefe y como marido, aunque su mujer le había sido fiel durante los 15 años que llevaban casados. Ella religiosa, sierva de dios y ferviente admiradora de Pitita Ridruejo y sus visiones marianas. Todos los miércoles asistía al club de beneficencia donde aparte de recaudar fondos se ponía verde a quien hiciera falta.

Él los miércoles iba al club a jugar al bridge. Pero no apareció nunca por allí. Pagaba a uno de los camareros para que le respaldase la coartada en caso de que alguien, su mujer, dudase de su palabra. Don Francisco López y Zumárraga-Santos todos los miércoles visitaba “ El Cisne Negro” una casa de citas en la zona alta de la ciudad. Allí cada semana lo recibía Natalie, la Madame quien lo atendía personalmente. Natalie era francesa de ascendencia húngara y conocía los gustos de Panchito. Sí, Panchito, porque Don Francisco al traspasar la puerta del lupanar se transformaba. La chica lo desnudaba y el ponía un collar de perro. Cogía una fusta y le daba unos azotes en el culo, le hacía que se pusiera a cuatro patas y olisqueara sus zapatos . Panchito obedecía sin rechistar y su gordo culo cada vez se veía más colorado por los azotes y eso, lo excitaba. Natalie escupía en su boca y le ordenaba que se lo tragara.
  • ¿ Te gusta, no, cabrón? ...Te encanta,¿ verdad?- Le decía mientras le tiraba del pelo dejando ver la clara de su coronilla. Tenía un aspecto ridículo.- Te la pone durísima, lo sé-.
  • ¡Sí, madame!-.
Panchito, sudoroso y brillante como un lechón, disfrutaba de los bofetones de Natalie, de los retortijones  en los testículos con pinzas de madera. De los puñetazos en el estómago con los que ella le obsequiaba cuando no quería beber su orina. De cómo clavaba sus tacones de aguja en su prepucio hinchado a punto de explotar y de lamer su propio semen después de correrse en el suelo. Aquello era el puto cielo, el éxtasis. Aquel placer no era barato pero de alguna manera debía dilapidar la fortuna familiar. Ya se confesaría el domingo en misa de doce...
  • Hasta la próxima semana, Don Francisco, sabe que aquí nos tiene para lo que guste. Como siempre, ha sido un placer...-.